He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adonde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
Antonio Machado
Comentario:
He subido este poema porque a sido uno de los tantos
que he utilizado para hacer los copiados y al leerlo
me impresiono bastante, es una maravilla.
Poesia, ¿Algo más maravilloso?
Cascada
jueves, 4 de diciembre de 2008
Anoche cuando dormía
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía dentro de mi corazón;
y las doradas abejas iban fabricando en él,
con las amarguras viejas blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!, que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado
Comentario:
He subido este hermoso poema recordando el primer concurso
de poemas que hicimos en el salón de actos donde un compañero
uso este arte lírico.
¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía dentro de mi corazón;
y las doradas abejas iban fabricando en él,
con las amarguras viejas blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!, que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía soñé,
¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado
Comentario:
He subido este hermoso poema recordando el primer concurso
de poemas que hicimos en el salón de actos donde un compañero
uso este arte lírico.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)